Mi creencia. Mi experiencia.

Siempre estaba allí. Sentada sola en el único columpio que aquel parque cerca de mi casa tenía. Esperando. Con paciencia. Con tranquilidad.
Espera ver como mi vida pasaba ante mis ojos con una sonrisa burlona en sus labios rojos como la sangre. Con un "te gane" escrito en su mirada azul como el cielo. En verdad lo esperaba con toda la inocencia que aun me quedaba en mi cuerpo de niña.
Pero, simplemente...jamas paso.
Y por ello me quede sentada en aquel columpio durante días, noches...hasta que la luna ya estaba en su máximo esplendor y la lógica entraba en mi mente para hacerme ver que ya me debía ir. Que necesitaba volver a mi casa para recuperarme y poder volver al dia siguiente a aquel columpio a esperar.
Y así lo hacía. Durante semanas.Meses. Incluso durante años. Pero jamas paso.
Y al final. después de tanto y tanto esperar. algo ocurrió. Algo cambio en mi, tanto por fuera como por dentro.
Las alas negras brotaron de mi espalda y mis ojos se perdieron entre un mar de lagrimas incontenibles que eran provocadas por el dolor de mi corazón.
Mi alma se encontraba atada con fuertes cadenas a aquel columpio y simplemente me podía remar, sin opción de irme de aquel lugar.
Pero no me importaba quedarme en aquel lugar toda la eternidad por que, al final de todo, yo siempre había estado allí esperando ver mi vida pasar delante de mi para poder despedirme de ella.

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